La noche.. unas estrellas.. Haiass y yo.

Paul alzó una ceja y sonrió

- no te disculpes.. questo es normal.. es tu mejor amiga..

Vic no sonrió, estaba bastante callada esa noche, todo era muy raro.. fuera de lo normal, y para colmo Lune la conocía demasiado y sabia cuando ocultaba algo, se lo tendría que contar... Pero el problema era como se lo diría.

Paul alargó una mano y le alzó la barbilla, obligándola a enfrentarse a esos ojos azules. Estaba serio y callado como ella hasta que pronunció lo siguiente

- si Lunnaris te aprecia tanto como me cuenta.. no se opondrá a lo nuestro.. conozco a mi prima..

Vic asintió pero siguió sin decir nada, aun tenia que pensar como se lo iba a decir a Lune.. Eso seria algo complicado, pero era necesario que lo supiera, aunque eso pudiera significar su expulsión.

Paul le soltó la barbilla. Rayos.. parecía que a esa chica amaba más a su prima que a él mismo.

- un poco más y te besas con ella antes que conmigo..

Bromeó sentándose bien en su escoba

Vic le pegó un puñetazo cariñoso en la espalda -¡No digas tonterías anda!-Dijo riendo.

- au.. questo e certo.. te preocupa más su bendición que nuestra unión

Se quejó con una sonrisa

-Bueno..ella siempre a sido mi mejor amiga, es normal-Dijo Vic y levantó la mirada para volver a mirar la luna, y otro problema se le paso por la mente, le tendría que decir a Paul su pequeño gran secreto ¿no? ¿Seria ahora un buen momento?

- tu nonmbre me suena, Victoria.. ¿eres la buscadora de Gryffindor, no? Hace muchos años lo fuí yo.. los Shadow llevamos el Quidditch en la sangre

Susurró mirando la luna

Victoria sonrió satisfecha -Si, si que soy la buscadora, y sonara imposible, pero tengo el récord del mundo, no oficialmente pero tengo el vídeo-Dijo con algo prepotencia.

- andele.. ¿eres la de los 2 segundos?

Susurró recordando que su prima fardó de eso

-¡La misma que viste y calza!-Vic rió -Supongo que Lune no puedo evitarlo-Dijo con una gran sonrisa en el rostro

- vaya.. además de mi chica serás mi ídola

Se mofó coqueto

Victoria volvió a reír -No es tan difícil cuando...-Vic cayó de repente, la sonrisa desapareció de su rostro -Déjalo-susurro

- ¿cuando qué? ¿cuando tienes sangre de vampiresa en las venas?

Susurró sin mirarla, conduciendo con precaución.

-¡¿Como sabes tu eso?!-Gritó victoria medio enfadada -No te lo habrá dicho Lune ¿no?-Dijo entre dientes

- tssht.. no grites, nos acercamos a la escuela, y la gente normal duerme.

Susurró voltteándose y apoyando un dedo en los labios de ella. Sonrió

- se de astrologia.. se interpretar las señales que me manda el cielo.. y puedo ver más allá de lo que ve una persona nomrla. Tu belleza es algo demasiado perfecta para ser completamente humana.

Las mejillas de Victoria se encendieron, un brillante color rojo las tiñó en cuestión de segundos -Gra...Gracias- dijo en un susurro agachando la mirada

Paul negó sentándose bien

- de nada Victoria.. de nada

-¿Qué pasa?-dijo al ver como negaba con la cabeza -¿Qué va mal?- insistió al ver que no contestaba

Paul sonrió sintiendo la brisa de la noche en su rostro

- nada va mal pequeña.. nada va mal

Aterrizó en la ventana

Vic bajó de la escoba con agilidad, nada mas tocar el suelo, ya no era Vic, su piel se había vuelto blanca como el mármol, y unos ojos rojos carmesí decoraban su rostro perfecto, vio que Paul estaba de espalas y aun no la había visto en su perfecto cambio, así que habló para llamar su atención -Y no tienes curiosidad por verme como vampiresa-Su voz ahora era mas musical, sonrió dejando ver sus blancos dientes.

Paul notó la diferencia en la voz y agarró la escoba, la dejó apoyada en la pared. Cojió aire y se volteó lentamente para clavar sus ojos azules en los rojos de ella.. contempló que era fuego puro lo que ardía en las venas de esa vampira. Un fuego que atraía a los humanos como moscas a una telaraña. Parpadeó y se acercó. Alargó la mano para rozarle la mejilla.. quería comprovar si estaba fría.

Victoria de un paso al frente -No te haré daño, se controlarme, mi auto control es perfecto-Dijo sonriendo. Apoyó su mejilla en la mano de el, dejando que el pudiese tocar, su fría y dura piel de vampiresa.

Paul acarició esa dura piel con las yemas de los dedos de una cálida mano humana. Se sintió inferior a ella pero sacudió la cabeza y con ese movimiento todos los temores desaparecieron. Le acarició la línea de la mandíbula y los labios.

- vaya..